MINERAS DE LA MAR

EL HOMENAJE A LAS MINERAS DE LA MAR DE SAN JUAN DE LA ARENA

La Asociación Cultural Garabuxada, de L’Arena, pone en marcha, MINERAS DE LA MAR, el homenaje a las mujeres que “pañaban” carbón en la playa de San Juan de La Arena desde comienzos del siglo XX y hasta bien entrados los años 80. Un tributo muy necesario tanto para reconocer un trabajo que quitó mucha hambre como para proteger del olvido una labor única en el mundo y que con el paso del tiempo acabaría por desaparecer incluso del recuerdo.


Este homenaje no será una exposición al uso sino que se centrará en una serie de acciones de carácter multidisciplinar, en diferentes ámbitos y soportes. Desde una muestra fotográfica a la realización de un mural pasando por la elaboración de documentos en los que se analiza y estudia la labor de “las mineras de la mar” hasta la creación de esta web en la que se irá publicando de manera periódica, a través de fichas descargables, toda esta información para que esté al alcance de todos. Con estas publicaciones periódicas, en redes, se busca mantener vivo, durante varios meses, el interés social, por las MINERAS DE LA MAR, las carboneras del Bajo Nalón.


Las actividades se extenderán hasta finales de año con la publicación de un cuaderno que recoja todo lo investigado sobre las mujeres carboneras de San Juan de La Arena y los actos llevados a cabo durante este 2021.

QUIÉN COMPRABA EL CARBÓN

Y PARA QUÉ


Apañar carbón en la playa de L’Arena suponía para muchas de las familias un complemento a los sueldos que entraban en casa, que solían proceder de la mar y de las fábricas de conserva. Pero no todo el carbón que se extraía en la playa se vendía. El que no se destinaba a la venta iba para la cocina, para consumo propio, que también ayudaba a la economía familiar al no tener que comprarlo.


Si el carbón se apañaba era porque había una demanda y si se daba esa demanda sería porque este mineral era primordial para alguien y para algo. El para algo, la necesidad de dar presión a las calderas de los barcos de vapor que faenaban en L’Arena, y los que no eran del pueblo y atracaban para reponer mineral en sus carboneras. Se trataba así del combustible que empleaban las vaporas para salir a la mar. Según los que vivieron esta época, el carbón “de playa” no presentaba las mismas propiedades que el carbón “de piedra” que procedía directamente de la mina y se compraba en San Esteban. A los maquinistas les costaba mantener la presión de las calderas, atizando solo con el “de playa” por lo que solían mezclar los dos formatos del mineral a la hora alimentar las calderas.

Eran así los armadores de los barcos de pesca los principales compradores de este carbón que se apañaba en la playa; también los responsables de las fábricas de conserva solían comprarlo para sus calderas.


En San Juan de La Arena, compradores y vendedoras de carbón se conocían porque siempre eran los mismos, incluso había armadores que compraban más carbón del que necesitan sus barcos para luego vendérselo a otras embarcaciones de fuera de Asturias cuando recalaban en L’Arena.


No se sabe la cantidad de carbón que se pudo extraer de la playa de Los Quebrantos en más de setenta años que duró este peculiar oficio, desde principios del siglo XX hasta los años 80. No había registros ni contabilidades pero José Luis Hermida a ojo de buen observador y amante de la historia de L’Arena hizo un cálculo utilizando número de embarcaciones, costeras varias, consumo de carbón por vapora y otros condicionantes… para 1945 le salían 40.000 toneladas extraídas por las mujeres de L’Arena por un valor de casi seis millones de pesetas que pudieran haber comprado en ese momento 12 barcos de pesca.


El cambio del vapor al gasoil de las embarcaciones y las mejoras en los lavaderos de carbón con filtros de partículas que ya no dejaban escapar el tan preciado tesoro hicieron que, poco a poco, las mineras de la mar fueran dejando de ser vistas en la playa; las que se resistían a dejarlo lo pañaban para sus cocinas porque el negocio del carbón desapareció con la modernización de la flota pesquera de L’Arena.





EL MURAL

Lolo Serantes ha sido el encargado de inmortalizar, en este mural, sus recuerdos de infancia a pie de playa viendo cómo las mujeres de San Juan de La Arena "pañaban" el carbón que traía el río.


LA OBRA EN PALABRAS DEL AUTOR


Lo que quiero transmitir con este mural es el recuerdo que tengo de aquella época.


Unos tiempos difíciles que, al retrotraerme, mi mente se llena de imágenes en blanco y negro, es la percepción visual que mi retina retiene.

Recuerdo que el pueblo estaba impregnado de carbón por todos los rincones. La arena de la playa, el fango del lecho fluvial que se dejaba ver con la bajamar, los caminos que llevaban a la playa, los corrales y carboneras, las casas, había carbón por todos lados y rincones.


Todo ese cromatismo carbonífero contrastaba con el espumeo del Cantábrico en nuestra playa de Los Quebrantos, con las sábanas y ropa tendida, con el gris y blanco de nuestro cielo. También reflejar la soledad de las muyeres que, aunque a veces iban en grupo, otras muchas iban solas, ya que los homes estaban en la mar y los fíos y nietos en la escuela.


Desde el punto de vista plástico, los grises que generan, ofrecen unos valores que transmiten, en cierto modo, los tiempos tan difíciles que les tocó vivir, tanto políticos, como sociales y laborales.


Así es como un servidor intenta transmitir, con su humilde oficio y todo el sentimiento del mundo, la vida de nuestras MINERAS DE LA MAR.


LOLO SERANTES

A partir del minuto 2:27 puedes ver cómo las mujeres carboneras "pañaban" carbón en la playa de Los Quebrantos de San Juan de La Arena

EL MATRIARCADO DE L'ARENA

Hacia finales de los años 20, exactamente en 1929, el doctor José Villalaín hizo una radiografía literaria del concejo de Soto del Barco. Contó, con pelos y señales, cómo era el municipio y también sus gentes y entre esas descripciones estaban las de las mujeres de L’Arena, y bien claro dejó que eran de armas tomar.

"Descuellan entre todas las cualidades del pescador la honradez y el amor al ahorro. La primera es propia del individuo, pero la segunda es efecto del influjo de la mujer, pues, según un refrán marítimo de esta región, “En La Arena y Cudillero, la mujer bebe primero” quiere decir que la mujer manda, y suele hacerlo bien. En otras regiones españolas, el marido hace y deshace sin consultar con nadie; pero en estos puertos cantábricos el jefe de la casa necesita pedir consejo a su consorte para comprar una lancha, para reparar un motor, para poner precio al pescado del día: algo de régimen matriarcal. [...]

Efecto de la influencia “matriarcal” es la moderación en los vicios y el que la mayor parte de los pescadores sean propietarios de su casa y de su lancha. Es tal el amor al trabajo, que todos los de la familia lo ejercitan; el padre en el mar, la madre o las mozas en la fábrica de conservas, y los chicos… yendo a la escuela con regularidad, también por causa del trabajo. [...]

No sólo ahora son un poco mandonas las mujeres de La Arena. Hace años también sobresalían en el sentido de ser hombrunas, pues fumaban de lo lindo. En casi toda la provincia fumaban las viejas, pero en La Arena lo hacían las jóvenes, sin guardarse de nadie. [...]

Los hombres visten como todos los marineros cantábricos, y las mujeres, otro tanto. No es raro ver los hombres endomingados en los cafés del pueblo; ni a las chicas jóvenes en el salón de cine, luciendo pelo corto a las medias de seda…, medias que ¡oh manes del trabajo!, van corriendo solas, como quien dice, a casa, apenas su poseedora oye el pito de la lancha familiar anunciando pesca desde la entrada del puerto. Y a continuación, sin acordarse de la Pickford o de Valentino, la bella arenesca se encuentra en la rampa, descalza, manejando barreñones de pescado, con su pelo de “garçon” flotante a la brisa del mar, de ese mar que manda el pan nuestro de cada día."

Así lo relataba el Dr. Villalaín en su ‘Topografía Médica de Soto del Barco’ dejando claro que las mujeres de L’Arena eran luchadoras, aguerridas trabajadoras, de fuerte temperamento y protectoras de su familia.




MINERAS DE LA MAR, DE LA FÁBRICA AL CARBÓN

No había una edad establecida. Mayores y no tanto, madres e hijas, solteras y casadas… en definitiva, mujeres que no paraban desde que asomaba el sol por Ranón. Las de San Juan de la Arena siempre fueron de otra pasta. Primero iban a trabajar a las fábricas de conserva, más tarde a cuidar de los de casa y luego a la playa a extraer carbón del agua, a apañar carbón. Y el ciclo se repetía día, tras día y en muchas ocasiones sin pasar por el hogar, directamente de la fábrica al carbón.


Había familias especializadas en el oficio. A más hijas, más dedicación a la extracción del carbón. Un trabajo que nunca fue reconocido y que ayudó a no pasar hambre a las gentes de un pueblo como L’Arena que siempre vivió de la mar, pero con la ayuda del río y del carbón.


Porque este mineral era caprichoso y salía en la playa cuando menos se esperaba. A la voz de “hay una playada de carbón” las mujeres se dirigían al arenal los días que el río lo daba y el resto también, porque había que ir por si lo acaba dando.


Y por sus manos y sus cabezas, a modo de vagoneta minera, circularon de un extremo a otro de la playa miles de toneladas del negro carbón que tiñó la arena pero que nunca ennegreció las blancas caras que se escondían bajo la pañoleta de las verdaderas MINERAS DE LA MAR.



PROYECTOS GARABUXADA 2021

VOLVEREMOS A PONER EN MARCHA EL PROYECTO DE MINERAS DE LA MAR

MINERAS DE LA MAR es un proyecto convertido en realidad. Un homenaje a todas aquellas mujeres de L’Arena que durante décadas se dejaron la piel entre su trabajo en las fábricas de conserva, el pañar carbón en la playa, el cuidado de su familia y la atención de la casa.

Mujeres de hierro que fraguaron los cimientos de lo que hoy es San Juan de La Arena y sin cuyo esfuerzo no se entendería la manera de ser de sus gentes.


MINERAS DE LA MAR será un proyecto multidisciplinar que estará compuesto por:


  • Exposición fotográfica y audiovisual a lo largo de diferentes lugares del pueblo vinculados con aquellas mujeres que pasaron horas y horas esperando que saliera el carbón a la playa.


  • Una web en la que se recojan los testimonios y los recuerdos sobre un oficio ahora solo preservado en la memoria de los mayores.


  • Un libro que forme parte de la historia literaria de San Juan de La Arena.


  • Una escultura que simbolice el esfuerzo de la mujer a pie de playa durante décadas.


MINERAS DE LA MAR comenzará a ver la luz con el arranque del verano y se extenderá hasta finales de año. Todas las actividades que se realicen serán al aire libre y para disfrute de todas aquellas personas que visiten L’Arena.

RECORDANDO ENTRE TOD@S

Queremos que este proyecto de MINERAS DE LA MAR sea colaborativo y participativo, por lo que nos gustaría que compartieras tus recuerdos de ver pañar carbón en la playa o de haberlo pañado en su momento. Puedes escribirlos a través del formulario que te dejamos aquí... Anímate, todos los recuerdos suman y sirven para que no se pierda nuestra memoria más reciente.